
Misión Hayabusa2 en 2031: Asteroide Objetivo Pequeño y con Rotación Problemática
En diciembre de 2020, la nave espacial Hayabusa2 entregó muestras increíblemente valiosas del asteroide Ryugu en el interior de Australia. Fue una gran victoria, consolidando su lugar como la segunda misión en traer muestras de asteroides – siguiendo el viaje inicial de Hayabusa en 2010. Pero, ¿adivina qué? ¡Hayabusa2 aún no ha terminado!
La misma nave espacial está ahora acelerando hacia otra roca espacial distante, esperando obtener aún más muestras. Estas muestras, creen los científicos, podrían ayudarnos a armar el rompecabezas de cómo surgió nuestro sistema solar. Sin embargo, las cosas podrían no ser tan simples. Observaciones recientes sugieren que Hayabusa2 podría enfrentar algunos desafíos serios cuando se trata de aterrizar realmente en este nuevo objetivo.
Un Objetivo Minúsculo y Giratorio
Este asteroide, conocido como 1998 KY26, es un objeto cercano a la Tierra que podría contener un millón de galones de agua. Ahora, aquí es donde se complica: esta cosa gira increíblemente rápido. Un día en este asteroide termina prácticamente antes de que comience, según la NASA. Hayabusa2 está programada para encontrarse con el asteroide en 2031, como parte de su misión extendida para recolectar más polvo y roca preciosos.
Aquí está el problema: los astrónomos han estado utilizando telescopios alrededor del mundo para recopilar más información sobre el objetivo de Hayabusa2. Según un nuevo artículo, resulta que el asteroide es mucho más pequeño y gira mucho más rápido de lo que se pensaba inicialmente.
El asteroide tiene apenas 11 metros de ancho, no los 30 metros estimados anteriormente. Y escuchen esto – ¡está girando aproximadamente dos veces más rápido de lo que pensábamos! "Descubrimos que la realidad del objeto es completamente diferente de lo que se describió anteriormente", dijo Toni Santana-Ros, el autor principal del nuevo artículo. "¡Un día en este asteroide dura solo cinco minutos!". Esto crea un desafío difícil, y creo que podrían tener que encontrar un plan alternativo para la misión de Hayabusa2.
Aterrizar en Ryugu tampoco fue exactamente un paseo por el parque. ¡Tenía casi 900 metros de ancho!. Hayabusa2 aterrizó por primera vez en Ryugu en febrero de 2019 y luego regresó por una segunda ayuda en julio de 2019 para recolectar muestras de un cráter que había creado. Poco antes de enviar las muestras de vuelta a la Tierra, JAXA anunció que la misión de Hayabusa2 se extendería, dándole una oportunidad en un segundo objetivo.
Parece claro que este segundo aterrizaje será mucho más difícil debido al tamaño y la velocidad de rotación del asteroide.
La capacidad del equipo para caracterizar un objeto tan pequeño utilizando telescopios es impresionante y podría tener grandes implicaciones para la futura exploración de asteroides e incluso para la minería de asteroides.
Fuente: Gizmodo