
26 Especies Bacterianas No Identificadas en Sala Limpia de la NASA
Los ambientes meticulosos de las salas limpias de la NASA, diseñados para minimizar la contaminación, albergan una sorprendente diversidad de vida. Un estudio reciente reveló la presencia de 26 especies bacterianas previamente desconocidas en una sala limpia utilizada para ensamblar el módulo de aterrizaje marciano Phoenix. Los investigadores secuenciaron 215 cepas bacterianas, identificando estas nuevas especies entre ellas. Algunas cepas estaban presentes antes de la llegada de la nave espacial, mientras que otras surgieron durante el ensamblaje y las pruebas.
Microbios Resistentes
Estas bacterias recién descubiertas demostraron una notable resistencia a condiciones adversas, poseyendo rasgos como mecanismos mejorados de reparación del ADN, metabolismo robusto y la capacidad de neutralizar moléculas dañinas. Esta resistencia plantea preocupaciones sobre la posible contaminación de misiones espaciales y los planetas que exploran. La supervivencia de estos organismos en una sala limpia altamente controlada sugiere un potencial de adaptación a entornos aún más extremos, como los que se encuentran en el espacio.
Implicaciones para la Tierra y Más Allá
El descubrimiento tiene implicaciones significativas más allá de la exploración espacial. Los genes únicos de resistencia al estrés identificados en estas bacterias podrían encontrar aplicaciones valiosas en diversos campos. Por ejemplo, los investigadores prevén usos potenciales en medicina, mejorando el desarrollo de medicamentos o creando nuevos tratamientos, y en la conservación de alimentos, extendiendo la vida útil y reduciendo el desperdicio. El estudio adicional de estos extremófilos podría desbloquear avances tecnológicos innovadores.
Este hallazgo impulsa una reevaluación de los protocolos de esterilización de salas limpias y destaca los desafíos continuos en mantener entornos verdaderamente estériles, incluso en entornos altamente controlados. Subraya la importancia de comprender la resistencia microbiana y desarrollar estrategias más efectivas para prevenir la contaminación no intencional, tanto en la exploración espacial como en la Tierra.
Fuente: Gizmodo